Cuando las temperaturas empiezan a subir, una de las primeras cosas que nos disponemos a hacer en casa es poner en marcha nuestro aire acondicionado.
Sin duda alguna, estar fresquitos en nuestro hogar es una sensación de lo más agradable, pero no podemos olvidar que la instalación de las máquinas de aire acondicionado, como cualquier otro dispositivo que tengamos, necesita de un mínimo mantenimiento.
- Limpiar y/o Cambiar filtros: aunque limpiar los filtros es una acción que debemos realizar de forma habitual (revisa el manual, si no saebs cómo hacerlo), cada tantos años (por ejemplo, cada dos o tres), es posible que debamos hacer un cambio de filtros a nuestro aire acondicionado. Gracias a ello, tendremos un aire más limpio y puro.
- Comprobar los niveles de gas: No todas los splits de aire acondicionado permiten a simple vista ver si la máquina tiene o no gas suficiente; en caso de no poder hacerlo, es recomendable llamar a un técnico para verificar su estado.
- Vigila el condensador: hay que tener especial cuidado con los posibles bloqueos del condensador. Mira si la parte exterior tiene suficiente aire de frente como para funcionar con normalidad. Tampoco olvides limpiarlo al menos una vez al año.
- Limpieza de ventiladores: especialmente recomendada cuando termina el calor. Es importante limpiar los ventiladores para evitar futuras averías. También puedes contratar los servicios de un técnico para revisar y limpiar en profundidad los tubos implicados en la instalación del aire acondicionado.
- Evita las temperaturas extremas: aunque acabes de llegar de la calle donde el ambiente esté a 36ºC, evita la tentación de poner el aire acondicionado a 18ºC. El medio ambiente y la factura te lo agradecerán.
Recuerda que una buena instalación de aire acondicionado es sinónino de garantía y de inversión a largo plazo, ya que un buen equipo puede durarte muchos años. A pesar de ello, siempre será necesario un mantenimiento para asegurar y prolongar la vida de nuestros equipos.
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